• Primer Permio: Lucio Arcario Puma Ydme, “Esquina la Merced con Palacio Viejo”.
• Segundo Premio: Obiedo Paricahua Mamani, “Desastre de Pisco”.
• Tercer Premio: Josué Carrasca Arroyo, “Agua pal Pueblo – Villa El Salvador”.

• Primera Mención Honrosa: Celia Izamar Vidal Elguera, “Cuatro Bocas”.
• Segunda Mención Honrosa: Erick Omar Huanca Zevallos, “Más vida”.
• Tercera Mención Honrosa: César Wong Sierra, “Balneario de Mejía”

• Juan Freddy Abarca Cordero, “Vista de campiña desde Mirador de Sachaca”
• José Luis Amésquita Huanqui, “Habitantes invisibles”
• Evaristo Callo Anco, “Primeros rayos en El Colca”
• Dario Ccallo Anco, “Escena cotidiana”
• Juan Manuel Champi Huamaní, “Contaminación mental”
• Jhon Elvis Chauca Laurente, “Lima está metropolitanizada, ¿Quién lo desmetropolitanizará?”
• Ronald Companoca Coaquira, “Ciudad nocturna”
• Marko Franco Domenak Moreno, “Azotea de Mirones”
• Walter Fernández Alcázar, “El rostro de la ciudad”
• Christian Maud Flores Saavedra, “Playa I”
• Waldir Gálvez Arotaype, “Sin título”
• Oswaldo Garavito Condori, “Siete toldos”
• Jhony Herrera Aguilar, “Inocente atrevimiento”
• Javier Antonio Luque Rodriguez, “Esperanzas de vida”
• Javier César Mayta Panca, “Construcción y destrucción”
• Angelica Neyra Peña, “Imata”
• Johnny Peña Chirinos, “Sin título”
• Daniel Quilca Turpo, “Recuerdos del Panorámico”
• Josías Aristóteles Ramos Paria, “Betzabé paseo cívico”
• David Rosas Berrio, “Nocturno”
• Segundo Alcides Salazar Huamán, “Otuzco un paraíso en Cajamarca”
• Nicolás Jaime Sancho Yana, “Salvemos Pucallpa”
• Javier Alejandro Spelucin Medina, “Kilómetro 5 Cono Norte, Aqp”
• Edgard Torres Espirilla, “Rojo y blanco”
• Milko Torres, “Detalle en azules”
• Francisco Desiderio Valverde Valverde, “Cumbres de Cuyoc, Chiquian”
• Judith Vergara García, “El Olivar”
• Paulo Zapana Nina, “Todavía te espero”

Crónicas pictóricas sobre el caos tropical
La Amazonía peruana está cambiando vertiginosamente. Diariamente encontramos testimonios, en sus ciudades y espacios, de aquel inédito clima de efervescencia. Resabios de cosmopolitismo y modernidad eclosionan con montañas de tradición y corrientes de marginalidad, produciendo en la mente y en el rastro de esquinas, parques, plazas y paredes un catálogo de imágenes multicolores que se nutre – caótica pero coherentemente – de arpegios, melodías y estruendos sin par.
Uno de aquellos artistas que mejor ha retratado esta permanente metamorfosis es Miguel Saavedra (Iquitos, 1976). Enarbolando conceptos estéticos que nacen de las pulsiones básicas y el ardor, no sólo plasma la urbe y sus vericuetos, sino también exhibe la composición genética de su espíritu y las características de la difícil transición hacia lo posmoderno. Con técnica depurada e innegable talento expone el sonido, sabor y textura de las ciudades y los personajes amazónicos.
Saavedra cree que el sentido de las expresiones debe estar afincado en el tiempo y el contexto en que estas se manifiestan. Aquella naturaleza se nutre de variadas fuentes, pero en última instancia – a través del misterio, la iconografía popular, el erotismo y la religión – logra dar orden a su obsesión genésica, relatando crónicamente las formas (sinfónicas o disonantes) del caos tropical del nuevo siglo que nos gobierna.
Saavedra trabaja con el deseo de trascender las dimensiones de sus cuadros y nutrir de espíritu lo que retrata. Ineluctablemente, erigido como trovador y vehículo que testimonia el infortunio o la ironía, es consciente que la calidad y el saber no resultan necesariamente del milagro ni del azar, sino de una combinación implacable de voluntad, trabajo, artesanía y, claro está, mucha paciencia. Allí explota sin remilgos su “anti estética”, estilo predominante y autosuficiente en esencia, que es también pasaporte hacia la coherencia y lo sutil, así como composición totalizadora del magma que lo sustenta.
Paco Bardales

"EXPRESIONES DE OTOÑO"

“Expresiones de Otoño” reúne las obras de un conjunto de catorce pintores, provenientes de la capital, del centro y sur del Perú, quienes nos muestran una sucesión de imágenes que provocan reflexiones sobre un entorno que les pertenece a ellos y al mundo. Pero también son obras que nos señalan la propia naturaleza interior del ser humano, la danza, la música, sus anhelos, un paisaje íntimo donde naturaleza y hombre están unidos formando un todo.
Los trabajos artísticos seleccionados van de la figuración a la abstracción, en base a la acuarela, óleo, acrílico y técnica mixta, ofreciéndonos la oportunidad de realizar un recorrido por las propuestas plásticas de éstos artistas que ya gozan, en su mayoría, de una significativa labor y proyección nacional e internacional; compartiendo su experiencia y trabajo con otros jóvenes creadores que participan de esta exhibición.
Esta exposición pictórica nos muestra los trabajos de Yanariko, con obras de colorido contraste, impresionismo, resaltando los efectos atmosféricos de grato movimiento; Fredy Llamosas, quien crea delicadamente un paralelismo visual entre el ser humano, la naturaleza y arquitectura; Eugenio Cohaila, reinterpreta el espíritu de la naturaleza a través de sensaciones y texturas; Silva Cajahuaringa, con sus espacios fantásticos, míticos y naturales, donde tiempo y espacio se fusionan; Lucrecia Chura, identifica a la mujer con poderes misteriosos y regenerativos conectados a la naturaleza; Victoria Vera; refinado uso de veladuras, relaciona la música, la danza conectándolas con lo femenino y el universo; Leopoldina Alvarado, relaciona la candidez de una pequeña bailarina con el ánima de las flores; Luis Fernando Carpio, expresa en su obra sus aficiones, la aviación y la música, destacando su libertad expresiva; Ángel Surichaqui, el hiperrealismo de sus frutos confluyen con lo etéreo; Teobaldo Nina, de pincelada gruesa y colores contrastantes nos acerca al paisaje natural y a los frutos del sur; Libertad De Los Santos, realismo, luces y texturas, sus girasoles fuera del jarrón luchan por un dramático subsistir; Marisa Marcenado, sus aventuras cromáticas nos acercan a la abstracción y a la naturaleza velada; Juanita Mendiola, obras de gran gestualidad y uso simbólico del color; Marilya Hinostroza, plantea lo popular y lo mítico, bajo códigos particulares del Ande y de su propio ser.
Lic. Alba Choque Porras
Historiadora de Arte